sábado, 27 de noviembre de 2010

Tomates.

Sí, tomates y zanahorias... algo cuanto menos raro para poner en una pared, pero es que los del McDonald son muy transgresores y ahora se dedican a decorar sus paredes transparentes con tomates y zanahorias, se pudre ante tus narices, arte en estado puro y además le estas quitando el alimento a los pobres niños desnutridos del tercer mundo y ¿para qué? para ponerlo en una pared, sin que nadie (o casi nadie ) se percate de su presencia. Dentro de lo malo el McDonald siempre seguirá siendo un lugar calentito donde resguardarte del frío del invierno, y cuando sales a la calle con coloretes en los mofletes se te congela la nariz y se te pone la nariz roja pero a pesar de todo sientes el calor que produce el ver los adornos de navidad en el centro, ese árbol de Agata Ruiz de la Prada, la caseta de los duendes, la pista de hielo de Callao porque quieras o no, cuando ves esos adornos navideños o te sientes como un guiri y empiezas a hacerte fotos sin ningún sentido con todas las luces que se cruzan por tu camino o te sientes como un niño y te quedas embobado viendo esas mismas luces, quieras o no la navidad te devuelve a la infancia, a esa bonita infancia en la que no sabias que los reyes eran una mentira y te levantabas a las 8 d  la mañana para desenvolver los regalos, con las legañas todavía puestas pero con los ojos llenos de felicidad, esos días en los que no sabías que la navidad la ha inventado el Corte Ingles y no te gastabas ni un duro, simplemente te dedicabas a ir a ver Cortilandia, patinas en las pistas, jugar con la nieve y ser feliz. Por eso me gusta la Navidad, porque vuelvo otra vez a esa inocencia en la que era mucho más feliz, sin preocupaciones que revoloteasen por mi cabeza...

1 comentario:

  1. Vale, eso lo puedo entender, y lo del egoismo y todo eso a que viene? No entiendo esos ataques gratuitos contra nuestra persona...
    Pues a mi no me gusta nada de nada la navidad.. aggg! VERANOOOO PORFAVOOOR!

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