Necesito.

Quiero ser en la que pienses antes de cerrar los ojos y la primera cuando te despiertes, quiero que me hagas sonreír con tus tonterías y que me hagas llorar de felicidad. Que nadie se espere que estemos juntos y aun así vayamos en contra del mundo y lo estemos, que no nos importen los demás como si sus palabras fueran un viento que va contracorriente y que nos hace más difícil el caminar pero que lograremos vencerlo. Que estemos dispuestos a tirarnos a un abismo con tal de estar juntos. Que nos sintamos más fuertes por estar juntos simplemente. Quiero ser la persona que te apoye en los momentos que te hayas caído y te cueste levantarte, que esté en los mejores momentos de tu vida. Quiero picarte y hacerte rabiar, que estemos en una continúa lucha pero con momentos dulces. Y sé que no sé lo que quiero pero tengo claro que esto es lo que necesito.

Hablar.

Esos momentos en los que conoces a una persona y puedes tirarte horas hablando con ella sin ningún tipo de problema, de cualquier tema. ¿Confianza? ¿Estupidez? Nunca se sabe pero se supone que si no lo sueltas te lo guardas y es peor. Por todas esas largas charlas con gente de todo tipo.

Todos queremos algo.

Las personas siempre nos empeñamos en buscar algo en nuestra vida, ya sea una meta, una vida productiva, una gran casa, una gran fortuna, una vida estable, una vida salvaje.. pero en el fondo no sabemos lo que queremos. De hecho siempre que conseguimos una meta nos ponemos otra y es que es muy difícil conformarse con algo pudiendo tener más. Primero quieres jugar, tener amigos, no quieres estudiar, luego quieres que te dejen salir, cada vez más primero por la tarde, con tus amigos, luego por la noche, luego quieres el graduado, después hacer una carrera, luego un puesto en el que sentirte seguro y que sea estable, después una pareja estable, más tarde quieres tu propia casa, luego buscas tener tus propios hijos, educarlos, quererlos, tener una vida feliz, a partir de aquí se pueden seguir dos caminos: el primero, y el menos fácil, seguir con tu vida, con esa persona con la que has tenido hijos, a la que amas, y envejecer con ella. La segunda, y no por ello más fácil que la anterior, cambiar de vida, separarte, dejar que tus hijos se vayan del nido,  vivir tu vida y finalmente, buscar una persona para no morir sola porque a nadie le gusta morir en soledad. La soledad da miedo, te asusta, es como un gran túnel negro que cuando entras en él ya no puedes salir, si pierdes a todas aquellas personas que les importabas y que te importaban, por cualquier razón imaginable, no las vas a poder volver a recuperar, encontrarás otras personas  (quizá) sustitutivas a las anteriores pero que nunca podrás ser como ellas. Es entonces cuando te sientes pequeña, sin fuerzas para seguir, porque si te caes puede que no te puedas levantar tu sola y no habrá nadie cerca para poder ayudarte a ponerte en pie. 

Y si...

Y si la lluvia no cayera del cielo. Y si el sol no saliera todos los días. Y si no tuviéramos cinco dedos. Y si en los zoos no hubiera jaulas. Y si no se talara el amazonas. Y si las personas no tuviéramos sentimientos. Y si todos los días fueran viernes. Y si el metro no fuera subterráneo. Y si el azúcar no fuera dulce. Y si los limones no fueran ácidos. Y si los timbres no hicieran ruido. Y si fuéramos capaces de controlar lo que sentimos. Y si no andáramos con los pies. Y si no sonriéramos nunca. Y si nunca cayéramos y no volviéramos a levantar. Y si el Sena no estuviera en París. Y si no existieran las películas Disney. Y si nunca se acabara la infancia. Y si no perdiéramos la inocencia. Y si la gente no se cansara de vivir. Y si no tuviéramos médicos. Y si no nos vendieran cosas. Y si no nos crecieran los dientes. Y si nunca hubiera una primera vez. Y si los cantantes fueran mudos. Y si los actores fueran invisibles. Y si no nos fijáramos en el físico. Y si sólo valoráramos las personas por lo que son y no por lo que tienen. Y si no le diéramos importancia a las primeras impresiones. Y si al comer no engordáramos. Y el dinero no se gastara nunca. Y si viviéramos para siempre. Y si no necesitáramos trabajar. Y si las pipas no fueran adictivas. Y si al beber no te emborracharas. Y si la Coca-Cola no tuviera burbujas. Y si no hubiera accidentes de coches, ni terroristas suicida. Y si no existiera la religión. Y si en verano no hiciera calor. Y si en las piscinas no pudiéramos bañarnos. Y si fueras otra personas. Y si ni quiera hubieras nacido en el lugar en el que naciste. Y si no conocieras a las personas que has conocido durante toda tu vida. Y si nos dejamos del y si... y empezamos a vivir y a ser conscientes de que somos lo que somos por lo que hacemos y no por lo que podríamos haber hecho.

Sé.

Sé que las arrugas se pronuncian, que los pechos se caen, que las canas se multiplican, que no soy difícil de entender, que cambio de humor sin demasiado sentido, que soy bastante ácida, difícil de entender, que hay amores que son eternos, otros acaban en divorcio, y otro que duran lo que un donut en las manos de Falete. Sé que nadie es perfecto, pero que de los defectos también te enamoras, sé que los perros son fieles, los gatos independientes, que quieres tener una casa, que cuando eres pequeño quieres ser mayor y cuando ya lo eres darías todo por volver a  tu infancia. Sé que hay gente con la que puedes tener una larga charla sin ningún problema, que hay otros que no tienen neuronas suficientes para mantener una conversación, hay gente a la que le gustan los culos, a otros los ojos pero a todos los labios. Sé que hay besos dulces, despedidas amargas, y saludos efusivos. Sé, también que las peleas duelen pero que las reconciliaciones son una buena tirita, que no todos somos fieles, que hay gente más inteligente que otra, gente a la que le importa el dinero que saca de la cartera y otros a los que le importa lo que pueden encontrar en el corazón. Sé que no todos queremos de la misma manera, que existe gente empalagosa y gente muy despegada, gente que se pone una coraza por miedo a sufrir, gente que no cree en el amor, otros que se pasan la vida buscándolo, algunos lo encuentran, otros no. Sé que normalmente nos enamoramos de la persona equivocada, que todos sufriremos por amor alguna vez en nuestra vida, que cometemos los peores errores pero nos arrepentimos cuando todo a acabado. Sé que hay personas que pasan por tu vida sin apenas darte cuenta, amigos que durarán toda la vida y que a tus verdaderos amigos los puedes contar con los dedos de una mano. Sé que hay fiestas que no olvidarán en tu vida y fiestas que ni siquiera recuerdas, que hay gente que se arrepiente de lo que ha hecho y otra de no haber tenido el valor para hacerlo. Sé que en algún momento todos queremos tener hijos, qué matarías por alguien y también, que matarías a alguien en algunos momentos. Sé que hay gente que no aguantas pero a la vez no puedes vivir sin ellos. Sé que no todo es lo que parece, que a veces se puede sonreír sin ganas y llorar de felicidad, que los besos pueden ser sin sentimientos, que signifique más que te cojan de la mano a que te den un beso, que 1+1 son 2, que las tablas de multiplicar se olvidan, que estudiar historia no sirve para nada porque seguimos cometiendo los mismos errores, que siempre se intenta perder kilos, que a todos nos atrae más lo prohibido, que no siempre decimos lo que pensamos ni siempre pensamos lo que decimos. Sé que hay una primera vez para todo y que los sueños no se hacen siempre realidad, que las montañas rusas la primera vez dan miedo pero siempre quieres volver a montar, que las sillas voladoras me marean, que las cucarachas me dan asco y que los animales me odian. Pero a pesar de todo esto, la vida sigue siendo inmejorable.

Hay días tontos y TONTAS todos los días.

Esta entrada va dedicada a una cierta personilla singular que es un pelín torpe. La chica está se podría decir que es una chica normal de 18 años (se podría decir)....
Le regalaron un portatil por su cumple y está enganchadisima, vamos que tiene abandonado el otro ordenador, el pobre.. resulta que ayer estaba con él, y muy preocupada me dice: Marta, que se me ha jodido  estropeado el ratón del portatil. Solo la faltaba llorar (exageración dramática). 
vamos que un poco más y se va a la tienda enfadadísima a decirle al dependiente que la han timado con el ordenador y entonces después de muchas vueltas y de haber dormido una noche entera. Que muy probablemente haya soñado con su problemilla. Hoy se le ocurre que a lo mejor el ratón está bloqueado y voilà!

No voy a revelar su cara por una cuestión de intimidad.

Simplemente....

¡Quiero fiesta!


Nada más que añadir :)