martes, 23 de noviembre de 2010

Otoño.

Esa magnífica estación que pinta la ciudad de colores, el frío llega despacio y disimuladamente como pidiendo permiso para entrar, aunque ya a estas alturas a entrado hasta el fondo. Las hojas caen y cubren el frío asfalto con esa gama de colores cálidos y parece que el sol arrecia menos, todo suena muy bonito, y todo lo es que hasta que va una torpe (yo, para que engañarnos) y se resbala con las hojas, se caen de culo y ve las estrellas aunque sean las 9 de  la mañana. Entonces te intentas levantar, y te vuelves a caer, sí todo muy gracioso. Y todo esto casi casi antes de desayunar y por supuestísimo antes de llegar al metro. entonces pasas los tornos después de un mes sin tener que cambiar el billete porque no te deja pasar (muy raro en mí) y te subes al metro, calentito, incluso hace calor, llegas a Puerta del Sur y curiosamente está ahí el otro metro que tienes que coger, corres como alma que lleva el diablo, bajas las escaleras como si no hubiera mañana, adelantas a la gente, derecha ras, izquierda ras y te metes  muerta de cansancio , cosa que te recuerda que no estás en forma, claro dos años sin hacer ni gimnasia ni nada y en ese momento te arrepientes  de no haberte  apuntado al gimnasio. Pero justo antes de que arranque el metro y después del pitido que indica que se van a cerrar las puertas (pipipi) ves en el panel: "Este tren sólo circula hasta Loranca". Y entonces piensas, ¿para eso he corrido yo como si fuera una maratón? ¿para que me deje una estación antes de la que me tengo que bajar y encima meterme en el proximo metro que va  a ir lleno? Pues sí. Pero (cosa que yo creo que todos nos preguntamos) ¿que cojones hay en Loranca? Un árbol caído, un ovni, un secreto de la CIA, el escondite de un super héroe, una superabuela en silla de ruedas que impide que algunos trenes pasen... Nunca lograré entenderlo. 




Después día sin más, lo más intereasnate ha sido que me he comido un Twist después de años, y que me he vuelto a agobiar por los exámenes. Quiero que pasen estas dos semanas ya por favor que me voy a quedar alopecica perdida. Me estreso y cuando me estreso se me cae el pelo más todavía (si puede ser) y si se me cae el pelo me estreso más. Así que cuando esté calva tendré dos opciones o gastarme el dinero en gorros o comprarme pelucas distintas para cada día y entonces pareceré una loca porque tendré el típico maniquí- cabeza para poner las pelucas y las peinare todos los días para que no se me enreden (como las locas) y con el aire se me volará la peluca y se me verá la cabeza desnuda que brillará y pareceré una bola de billar y entonces no saldré de casa porque me habré traumatizado por el resto de mis días y me quedaré en casa, entonces tendré el síndrome de diógenes y acumularé mierda  raudales y nadie vendrá a visitarme pero como saldrá una peste insoportable de mi casa llamarán a la policía y luego  a psicólogos, etc y como verán que estoy loca me internarán en un manicomio. Todo esto a raíz de los exámenes. ¡¡Raúl Ramírez apruébame por favor!!




Y cuando ya creía que no me podía pasar nada más bajo a la autoescuela, doy clase, y descubro que tengo una compañera que es un clon de Belén Esteban , ¿por qué? Habla igual, tiene el mismo vocabulario y además es rubia.Y luego, para mi sorpresa y admiración, descubro que los que hacen las normas viales quieren que nos muramos todos, sí, sí, que si se te quema la casa y llamas a los bomberos, por mucha prisa que tengan ellos en venir a apagar el fuego, tú si estas en una intersección y tienes un semáforo en rojo no te puedes mover para dejarlos pasar que si no encima te comes una multa. Hay que ver cómo está el mundo Facundo. 


1 comentario:

  1. De verdad cariño vas a tener que hacer un libro con las cosas que te pasan eh, esto no es normal jajajaj

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