miércoles, 30 de marzo de 2011

Carrefour.

Entre el estante del queso y de los lácteos aparece un par de ojos misteriosos, observadores, huraños, parece  que no quieren que la luz se refleje directamente en ellos. Se acerca lentamente, de forma disimulada, con pasos lentos, silenciosos cual felino a  punto de atrapar a su presa. entonces se detienen, olisquea el ambiente disimuladamente, vuelve a mirar alrededor como quien no quiere la cosa, y coge un queso. Ve el precio , la calidad, lo examina y lo vuelve a dejar, arrastra su cesta azul y roja que tiene una rueda defectuosa y se desliza ligeramente ladeado hacia la izquierda. Avanza unos pasos, la cesta choca contra sus talones. Se para al lado de los zumos. Tú estás tranquilamente pensando si comprar el philadelphia normal o el light (cosa que te va a dar igual porque luego te atiborras a chocolate). Entonces estira el brazo y sujeta el carrito lentamente, lo desliza delante de sí y se va. Tu te decides por el light, porque quieras que no son unas cuantas calorías menos. te das la vuelta feliz de haber hecho una elección de cuarto de hora frente a los quesos y entonces lo ves: ¿dónde está tu carro con todas esas cosas que iban a llenar los armarios de tu cocina? en su lugar hay una ridícula cesta con una barra de pan, un zumo y una botella de aceite de oliva. Tú, que, con todo el esfuerzo del mundo, te has ido una tarde de viernes a hacer la compra para el mes prácticamente. Con lo que te cuesta decidirte para comprar cualquier cosas. Malditos roba-carros ¬¬.

jueves, 24 de marzo de 2011

Pañales.

¿Os habéis preguntado alguna vez que pasaría si a un bebe, por ejemplo Tommy, el calvito de los Ruggrats, (sí, me he quedado estancada en la infancia, es imposible salir de ahí) le pones unos pañales de estos que les ponen a los bebes en la playa así con dibujitos, modernisimos que van los niños, que no absorben el agua y lo empujas por un charco?  Así a  lo tonto menuda pregunta kilométrica que me ha salido.  Pues yo sí, no sé si es porque tengo mucha imaginación, mucho tiempo libre, ambas o, simplemente, que las neuronas se me están volviendo un poco idiotas. A lo mejor tiene algo que influir el que esté en clase aburrida como una pasa pocha y me ponga a pensar en cosas extrañas y me ponga a reirme como una loca, de esto que se te queda mirando todo el mundo pensando, ¿ a esta que coño la pasa? como si estuvieras loca. Porque yo no se si lo veis, pero yo, con mi imaginación hiperactiva, me imagino un bebé sentado en un charco, tipo Jesús cuando andaba sobre el mar pero este sentado que el muchacho todavía no sabe andar, y entonces vas tú le empujas y se desliza con el culo por todo el charco. Esto es super gracioso. Y bueno si lo pones en un jacuzzi con la potencia a tope va dando votecitos, que creáis que no , porque no me veis pero yo lo he representado hoy en clase el movimiento del bebé que si sube que si baja de burbuja en burbuja dentro del jacuzzi y es como para probarlo. De hecho he pensado en raptar un bebé, es que tenerlo implicaría demasiado dolor y tiempo, yo quiero experimentar ahora ya dentro de nueve meses no tiene gracia y probablemente ni si quiera me acuerde.


Os preguntareis por qué os estoy contando estas cosas pero es que hacía mucho que no actualizaba y me ha parecido interesante poner mis idas de cabeza para que os riais un rato de la desgracia ajena. En fin voy a dejar de escribir ya que esto está desvariando.


Sed felices pequeños :)



P.D: He estado viendo esta mañana los Ruggrats, y las aventuras en pañales tenían más gracia cuando era pequeña.

domingo, 20 de marzo de 2011

¡Fallas, fallas, fallas!

Loncha, zapato... asi empezó nuestro viaje a Valencia, con todas las ganas del mundo, un poquito de sol y algún que otro guiri en el bus. Ya en principio bastante impresionante ver a unos 60 autocares salir de CIU llenos de universitarios con ganas de fiesta y mucho alcohol.  Después de unas 5 horitas de viaje muriéndonos ya todos del asco llegamos a nuestro destino. Todo muy bonito pero nos pasamos casi que mediodía buscando un chino/ 24 horas ( que luego descubrimos que teníamos un opencor más cerca de lo que pensábamos. Sí, somos así de hábiles), que puedo entender que un super no esté abierto en días de fiesta pero que preguntes y que gente te diga que no hay chinos... De hecho un consejo, bueno dos: 
-si vais a Valencia y queréis comprar algo como alcohol, hielos...(vamos lo típico que aquí encuentras en los chinos) tenéis que buscar fruterías que suena como a más sano.
-si valoráis en algo vuestra salud , no compréis vino del Carrefour.


Bueno aparte de todo esto, un calor de flipar ( y luego por la noche un frío impresionante) y un dolor de pies considerable después de pasarnos toda la mañana y parte de la tarde viendo muñecajos de estos que luego se queman y comer en una acera con petardos por todas partes llegó la hora de quemar los ninots (creo que se escribe así). Todos a mogollón esperando a ver si lo queman y después de media hora esperando, ¿a quien se le ocurre tenes que salir de allí? Sí,a mi, soy así de oportuna, vamos una auténtica aventura para salir: que si empujones, pisotones, gente que te mira mal... pero sobrevivimos. Y así después de todo esto y de relacionarnos un poco con el mundo en general volver a los madriles a las 6 de la mañana, con todo el autocar dormido (muy diferente de como fuimos), gente con la baba colgando, otros roncando, a uno se le cae la cabeza, a otro le duele la tripa... Y tras este viaje exprés y dormir 5 horas en el asiento del autocar que tal y como lo parece no es nada cómodo, necesito coger la cama  con un pijama, el antifaz y unas cuantas horas de sueño en posición horizontal y con una mantita caliente.

domingo, 13 de marzo de 2011

Teléfono.

El teléfono, ese gran invento que ha facilitado la comunicación durante décadas. Primero por cable luego llegaron esos hermosos móviles de dos toneladas y media que no podías meter en el bolso y ahora los táctiles. Seas como fueren servían para unir personas, pero también para separarlas. 
Teléfonos + madre es una mala combinación. Y ya son teléfonos + hijos, olvídate. Todos tenemos esas queridas madres que te quieres, te adoran , darían todo por ti; claro, eso mientras no toques el teléfono. Ellas se pasan hora hablando con gente que si amigas, tías, lo que sea. En el momento que cuelgan estás tú al acecho cual felino vigilando a su presa y te lanzas sobre él, como diciendo: ahora me toca a mi. Tu madre ya se ha ido hace un rato y estará por lo menos en la cocina, pero sin saber exactamente cómo oyes su voz que dice : no te enrolles mucho que tengo que halar. ¿Hablar? Pero sin llevas horas sin despegarte del teléfono que un poco más y se te gangrena la oreja y se te cae , mujer. Y tú dices : vale (añadiendo esa sonrisa de buena persona). Después de estar uno 15 minutos hablando, cuando estás en lo más interesante de la conversación, de repente se abre la puerta de la habitación y aparece la cabeza de tu madre: Vete colgando que tengo que llamar a tu tía. O en su variante: Cuelga que vamos a cenar. (Curiosamente cuando ella está hablando nunca se hace tarde para cenar, pueden ser las 11 y tú famélico perdido que en esa casa no se cena). 
Asientes y sigues hablando entonces llega la media hora y vuelve aparecer ella y te dice : ¿No te he dicho hace media hora que colgaras? Es que no sé que cosas tienes que contar a una persona que ves todos los días. Tampoco será tan importante así que cuéntaselo mañana. 
Y ya, simplemente por no oírla, cuelgas y te vas refunfuñando de la habitación.


telephone

sábado, 12 de marzo de 2011

Celos.

¡Qué puta es la vida! Piensas un día cualquiera con ese tiempo loco, en el que tan pronto llueve como hace calor. Es de noche , más o menos las 3, calculas después de haber dado mil vueltas en la cama, mirar al techo en la oscuridad de la habitación, intentar taparte con la colcha, con la manta, con la almohada, pero no ha funcionado. Sin ninguna explicación concreta los engranajes de tu cerebro se han puesto a rodar y sin saber muy bien por qué te vienen recuerdos sin parar, de una manera rápida pero consciente de todos, te das cuenta, los analizas, ves todos los detalles, no tienen ningún sentido cronológico. Simplemente vienen como una brisa en medio del bochornoso verano, te refresca y poco después ya se ha ido quedando como un vago recuerdo de lo que en un tiempo fue. Entonces te das cuenta, cada vez los recuerdos se limitan más, va desapareciendo gente de ellos, gente poco importante, poco relevante, sin mucho interés en tu vida, cada vez son menos. Ahora solo aparecen personas importantes, que significan algo en tu vida, que han hecho algo en algún momento por ti, que te quieren, que te escuchan. Ahora simplemente sale una persona en todos esos recuerdos, el circulo se ha cerrado tanto que solo una persona aparece en medio de ese círculo y justo en el centro de tu memoria que no te deja pensar, simplemente te llegan imagenes, momentos vividos (intensos y no tantos) , con todo detalle, cualquier conversación, palabra, gesto. Entonces empiezas a no entender nada, ves a esa persona con otra en tus recuerdos y entonces te invade un extraño sentimiento, entonces te preguntas de que se puede tratar, teniendo en cuenta que es tu amigo, simple y llanamente tu amigo. Sigues pasando recuerdos y cada vez ese sentimiento se agudiza más, se hace más intenso y entonces lo comprendes todo, pero no puede ser. Es tu amigo, solamente tu AMIGO, no puedes sentir eso por él, es imposible, le ves como a un  hermano (¿o quizá ya no?). Has pasado mucho tiempo con él, prácticamente desde que erais pequeños, sin saber hablar jugabas con él, os peleabais por los juguetes, os pegabais, es imposible que sientas algo más por él...¿Cuándo ha pasado? y ¿por qué? ¿por qué de un sentimiento tan puro como la amistad se ha pasado al deseo, al amor, a los celos? Entonces te das cuenta, son las 5 de la mañana y sigues ahí tumbada con los ojos bien abiertos y ahora con mil preguntas en la cabeza, necesitas hablar con alguien o por lo menos que no   se te agolpen los sentimientos en las puertas de tu corazón y los pensamientos en tu mente, necesitas descansar. Y así sin apenas darte cuenta poco a poco todo desaparece, tus ojos se van cerrando y esa sensación se va desvaneciendo con la incertidumbre de si mañana volverá a ti. 



viernes, 11 de marzo de 2011

Móvil nuevo :)

 Sí señores tengo un móvil nuevo, bueno en realidad es igualito que el que se me murió. ¿Os acordais? Pobrecico, donde estará a estas alturas de la vida. ¿Y cómo lo has hecho? Os preguntareis, o no... pero os va a dar igual porque so lo voy  acontar de todas maneras. Pues debe ser que los de The Phone House estaban hasta los huevis de que cada dos por tres les llevara el móvil porque se me había apagado y había fallecido que decidieron darme otro para que me callará como a los niños que cuando se les explota un globo les dan una piruleta de recompensa, pues igual. Premio de consolación. Y me ha consolado sí que sí. 

martes, 8 de marzo de 2011

Hormigas.

Esos seres pequeños, negros y con tantas patas. Que hacen tanto y que nadie las toma en cuenta a no ser que sean los niños con ganas de quemar cosas y que tengan a mano una lupa en un día soleado. Pero muchas veces nos sentimos tan pequeñas como ellas. Esa sensación de que entras en un sitio, ves a la gente y de repente cada vez de sientes más y más pequeña hasta ser una mota de polvo en mitad de la sala. no te atreves ni a levantar la mirada por miedo al resto del mundo, a que te pisen. Ni siquiera parecen darse cuenta de tu presencia, desapareces para el mundo en general, incluso a ti te parece que desapareces del mundo que te desvaneces como el azúcar en una taza de café en medio de todo ese movimiento, de todo el agetreo que forma la gente más "grande" que tú.

sábado, 5 de marzo de 2011

Pérdida.

Todo tiene un principio y un final, y, de hecho, todos lo sabemos. Pero cuando te encuentras en medio de esos dos momentos, justo antes de empezar y después de terminar, lo ves como algo corriente, normal, sin mucha importancia, son cosas que pasan (dices), estoy bien, pero hasta que no te das cuenta de lo que has perdido y todo lo que lo hechas de menos no eres consciente de lo que has tenido hasta ese momento, puede ser amistad, amor, salud, felicidad, equilibrio... cualquier cosa vale. 


Es muy cierto eso de que no sabes lo que tienes hasta que lo has perdido.