sábado, 25 de diciembre de 2010

¿Seguridad?

Lo siento, aunque el titulo parezca de un anuncio de compresas, no me siento fina y segura y no va  de eso. Va de bancos, y direis que coñazo, a ver que nos cuenta esta petarda. pero es que no puedo evitar hablar de esto y no me refiero a los bancos estos hechos de madera y metal que podemos encontrar en cualquier parque, ¡no!, sino de esos en los que se supone que dejas tu dinero para que esté seguro y calentito y no tenerlo debajo del colchón que como te vuelvas millonario y te toque la loto (putos niños de las narices ¬¬) menudo follón para meter todo eso en una habitación. Los bancos, esos edificios tan sumamente sobrios y seguros, que te bombardean por publicidad por todos los rincones cual supermercado que quiere desprenderse del pollo porque va  a caducar. Después de estar una media hora esperando en una cola interminable (finalmente te dicen que no es esa la cola que tienes que ir a un despacho), observas muchas cosas como por ejemplo que solo hay dos personas trabajando y que la persona que se supone que tiene que resolver tus dudas está desayunando, tomándose un descanso, un café  o como se quiera decir. Pero lo más sorprendente no es eso, lo más sorprendente es cuando vienen una furgoneta de estas amarillas con cristales antibalas y toda la movida, entran dos hombrecillos con un uniforme verde (como si fueran de greenpeace) y entran , tu te supones que será algo importante solamente con ver la furgoneta, pero entonces salen del banco con bolsas con dinero y lo llevan en una cesta de estas de la compra de un tal simply que debe ser un super de su barrio, y entonces es cuando piensas, ¿os creéis en serio que voy a dejar aquí mi dinero, para que lo traten como si fueran lechugas? Yo voy a seguir guardando mi dinero en el cerdito que me regalaron d epequeña y si me toca la loto me compro una habitación más grande o una cama de matrimonio para que me quepa debajo.


      





1 comentario:

  1. Pues si tía que luego hacen con nuestro dinero lo que les da la gana hombre ya!

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