miércoles, 8 de diciembre de 2010

Odio.

¿De verdad quieres odiar algo? Si es así simplemente tienes que hacer una cosa muy sencilla. Coge una canción, una de tus favoritas y póntela de despertador, ya verás como cuando escuches esa hermosa melodía  a las 8 de la mañana ( si no es antes) te deja de gustar, es automático, y es que ¿ a quién le gusta que le despierten? Yo creo que a nadie. 




¿Verdad que ninguno se a despertado (sabiendo que tienes que ir a clase, estudiar, o simplemente salir a al calle con el frío) y ha dicho hoy estoy más feliz que una perdiz? Otra cosa que no entiendo porque la gente dice que está más feliz que una perdiz, ¿acaso sabe realmente como está feliz una perdiz? ¿Se ha parado a preguntarle al bichito, pegajoso y que vive bajo tierra como se siente feliz? Pues claro que no, entonces, ¿por qué nos empeñamos en parecer la persona más feliz cuando decimos esa frase? y más difícil aún ¿por qué intentamos estar siempre más felices que los demás? ¿ No te basta simplemente con ser feliz? ¿con tu propia felicidad no te sientes orgulloso que tienes que ver a otra persona más infeliz para sentirte pletórico? Y es que somos personas crueles, si no vemos a alguien peor que nosotros simplemente nos sentimos bien pero necesitamos ver a alguien en peores condiciones para valorar nuestra felicidad y calificarla de MUY FELICES. 

 

1 comentario:

  1. Tia, no te voy a perdonar esto. Tú de verdad pensabas que cuando yo te decía que tenía 2 perdices en casa creias que me refería a esos bichitos pegajosos?
    No tia, son pájaros vale? jajajaj
    Eso son LOMBRICES! Que sí, que riman... Pero lo mismo no son!
    Aún así te lo perdono porque te quiero y porque he decidido que vestido comprarme :)
    Mañana te lo enseño pedorrona! (LLLL)

    ResponderEliminar