lunes, 3 de enero de 2011

¿No querías algo emocionante? Pues ahora te jodes.

Así es el destino de cruel señores y señoras. Hace un día, es decir ayer, estaba pensando, en estos ratos que suelo pensar, que quería que este año me pasara algo emocionante, interesante, divertido, novedoso, agradable...y, es que sí, las vacaciones causan estragos en mi cerebro y necesito dejar de descansar, necesito actividad, si no me siento como muerta. En fin, creía que pedir eso tampoco era tanto pedir para un año entero. También pensaba que quería recuperar mi voz, sí, mi preciosa voz, y dejar de sonar como un camionero borracho hombre o en su defecto como un preadolescente en plena pubertad que tiene gallos cada dos por tres. Y es que no se como os habrá sentado  a vosotros la nochevieja, pero lo que viene siendo en mí a causado unos estragos que a 3 de diciembre que estamos y los sigo sufriendo. 


Bueno pues estaba pensando en todo esto ayer, quién me iba   a  decir que simplemente un día después me iba a pasar esa cosa sorprendente, inesperada, aunque no tan novedosa como yo esperaba (y es que ya me pasó el año pasado), qué suerte, pensaréis, pues no pequeños, no cuando esa cosa es que sin previo aviso se me muera el móvil, para empezar el año con buen pie (ya dije yo que este número no me gustaba, y es que yo soy más de años pares, como el anterior , por ejemplo). Y se me muere mi querido móvil (nokia, que se supone que son de cierta calidad) justo en el momento en el que estoy sola , esperando no una, sino dos llamadas, y en ese momento de máxima tensión va y tiene una muerte súbita el jodío. Así, sin ningún preaviso se pone la pantalla en negro y no se vuelve a encender. Después de desmontar no una, ni dos, (me acabo de dar cuenta que últimamente estoy utilizando lo de no una , ni ... etc ) por lo menos diez veces opto por marcharme. 


Es curioso como cuando vas sola, ya sea por la calle o por un centro comercial, o te sientes más sola porque ves a  todo el mundo  en grupo o en pareja o te fijas más en las personas que van solas porque compartes esa misma sensación. Es extraño el ser humano, depende del estado de ánimo se fija más en unas cosas que en otras, como cuando te enteras que alguien está embarazada ves más embarazadas, como si todas en ese día a esa hora por la que vas tu por al calle salen  a tu paso. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario