Señoras...

Señoras que se convierten en fieras cuando hay que subir al autobús. Esas señoras que parecen personas pacíficas, mayores, inofensivas...Esas que en los momentos que estas en la parada del autobús se sienta a tu lado y te empieza a contar cualquier cosa. Pero entonces, después de media hora de espera, llega el autobús y entonces sucede. Tu vas andando tranquilamente hacia él, después de media vida hasta que abra las puertas (porque como es la primera parada el conductor tiene que bajarse a fumarse un cigarrito, tomarse un café..), pones el pie en el suelo del autobús y va  la señora y empieza: Oye bonita, perdona pero tu has legado después que yo.
Que te dan ganas de decirla: Señora relájese, que a lo mejor así vive más. Que ya  ves tú, teniendo el autobús vacío le vas a quitar el sitio, lo mismo tiene alguno preferido. Entonces la dejas pasar simplemente porque viva un poco más feliz, y encima la escuchas decir cuando pasa: Es que esta juventud de hoy en día, menuda cara. Esto en mis tiempos no pasaba, incluso cuando subía una persona mayor le dejábamos el sitio para sentarse. Y te tiras todo el recorrido con un corrillo de señoras que se han unido a ella hablando del tema, que si la juventud, que si la educación y luego pasan a los hijos, a los nietos, y a los pucheros que hacen.

Porque todos pensamos la respuesta.

Y es que , amigos míos, cuando vamos en metro, o en su variable en autobús, rodeados de gente y sin los cascos puestos (esto es importante). También se puede hacer en el silencio entre dos canciones pero creo que eso lo hago yo y 10 personas más , que somos así de raritos. Estás repasando los apuntes, porque leyendo un libro interesante estas cosas no pasan, y de repente se abren las puertas y entran dos personas hablando, se sientan cerca de ti, intentas seguir repasando y después de un momento de esforzarte y de darte cuenta que va a ser imposible, miras hacia el infinito y sin querer (o queriendo) te enteras de lo que hablan. Y seas hombre o mujer, cada uno genera su opinión acerca del tema así que vas respondiendo mentalmente como si tú también fueras parte de la conversación, incluso te creas una idea de la personas/s que están hablando. Y para cuando llegas a tu parada ya te sabes un cacho de vida de una persona y tu vena cotilla querría saber el final de la historia. Esta es la especie humana: cotilla por naturaleza, aunque algunos no lo admitan.

Momentos de inspiración en horas de estudio.

Y después de todo este tiempo, de todos estos años vividos en el mundo, en tu mundo, en la sociedad en la que ha tocado nacer. Después de haber deseado muchas veces la soledad, el silencio, un momento de paz, te das cuenta de que, incluso, en los momentos que te sientes sola rodeada de un montón de gente no es así. En tu cabeza, en ese momento, hay alguien, sea porque le quieres o porque le odies, porque no puedes vivir sin él, o quizá lo harías mejor si nunca le hubieras conocido. Todos necesitamos de todos. No podemos decir: no necesito a nadie salvo a mí misma, soy mi mejor amiga, mi confidente. FALSO.Mentiras que intentamos hacer que suenen a verdad. No puedes vivir aislada porque al final mueres en vida. Si no tienes nadie por quien luchar, con quien reír, un hombro al que arrimarte para llorar, divertirte, sentir que el aire se te escapa en cada una de las carcajadas. ¡VIVIR! No eres nadie. Nos necesitamos unos a otros para poder ser personas.

Ilegalidad.

Hola pequeñuelos saltamontes de mar ¿que tal os va la vida? Hoy hay que hablar del tiempo, el dichoso tiempo que nos trae a todos de cabeza y es que es llegar Semana Santa y ponerse a llover, pero que no caen cuatro gotas y ya está, ¡qué va! Se pone a llover como si estuviéramos en otoño y las pobres vírgenes y los cristos que no pueden salir.  Bueno que sinceramente eso me da un poco igual, que sí, pobrecitos los hombrecillos que lo llevan que están todo el año preparándose y toda la perca pero es que yo me he ido a la playita  a tomar el sol, coger un poco de colo, ir adaptándome al calor veraniego, a las olas, al bikini, y va y llueve. Y ya no es que llueva encima es que hace un frío que con dos mantas he tenido que dormir. i medio normal me parece pero bueno... Como veíamos que ya lo que viene siendo sol no iba a haber pues no hemos resignado y nos hemos vuelto para Madrid, que además llueve más que en la playa. El caso que de camino a la playa me sentí ilegal por un momento, viviendo al límite de la ley (bueno, por un momento podemos decir 3 horas) cuando estaba llevando el coche sin carné y es que una semana tengo que esperar a que me den el provisional, que luego que resulta que es un cartón de mierda pii... y claro encima como me pilla Semana Santa por medio pues dos semanazas que tengo que esperar para ser legal, pero vamos ser sinceros, vivir fuera de la legalidad es más emocionante. Ya sé que no es mucho pero es que yo no me atrevo ni a robarle un caramelo a un niño que me da pena...

Nos reímos solos, nos reimos con ganas...

Y es que después de una gran espera por fin se han acabado parte de esos hermosos exámenes que esperamos ansioso durante todo el año (ironía). Pero el último día , como bien se sabe algo malo tiene que pasar, no puede ser todo bueno: que te cague una paloma con el pelo recién lavado, o sin lavar da igual, o que te atropelle un coche. A  mí hoy me han pasado tres cosas: la primera, es que el examen que teníamos hoy me ha salido  como una p... mierda  ligeramente mal, como para llegar a un 3 más o menos...
La segunda pero no por eso menos importante, ME HE QUEDADO SIN COMER. Bueno, miento, he comido unas patatas fritas con salsas varias y unos nachos. Y es que, queridos amigos, no vayáis a los 100 montaditos de Fuenlabrada central. Están vetados. Resulta que íbamos ciento y la madre y como resulta que deben ser medio retrasaditos los pobres, después de media hora esperando a que a los niños les apeteciera meter un trozo de tortilla, pollo o jamón en minipanes ( que no debe ser tan sumamente complicado) pues resulta que faltan cuatro montaditos y que casualidad que dos son lo que YO me había pedido. ¡Qué raro!  Si a mí nunca me pasan estas cosas ... En fin que después de media hora discutiendo con un subnormal me he quedado sin comer. Porque luego está el típico simpático ( buena persona) que le cuentas tu problema y con una sonrisa va  y te dice: "Vale, ahora te los pongo". Pero entonces aparece al toca huevos (al que tenían que haber echado hace dos meses por estúpido) y empieza a poner pegas, así que al final , después de haber discutido, haber hablado y ha faltado poco para estamparle una de esas bonitas bandejas de madera en la cara, te vas.
La tercera cosa, ya para completar el día ha sido que en la última exposición del año, voy tengo el guión aprendido, salgo y se me olvida. Pero bueno esto no lo cuento como malo porque son gages del oficio.

Uno como estos debería haber tenido yo.

I can´t breath.

Levántate de esa silla, respira hondo, deja que tus pulmones se llenen de aire, deja que salga lentamente y escucha tu corazón como poco a poco disminuye de ritmo, se ralentiza. Ahora puedes seguir  el camino de tu vida con un poco de renovación en tu existencia.

Bienvenida a la universidad.

Te tocas las narices medio año y luego las dos últimas semanas estás que te quieres cortar las venas pero no sabes cómo. Además llegará un profesor muy enrollado que te mande un trabajo que te cagas para hacer en semana santa, ¿qué pasa que te creías que sólo ibas a estudiar?
Luego tendrás a la típica profesora cargante, que no hay quien la aguante dos horas seguidas, será el último día de clase, en el último minuto, con todos preparados para salir hacia la calle aunque sea hacia el pasillo como si nos fuera la vida en ello, y entonces no le dará tiempo y dirá : "Bueno yo ahora no tengo nada que hacer". Pues te compras un libro de hacer sudokus ¡pesada!
Para colmo después de las dos horas que te han chupado toda la energía que traías por la mañana, te vas a  la máquina y la querida máquina de tu querido aulario va y se traga 20 céntimos del euro que tenías, así que terminas en clase sin comer, con 20 céntimos menos y con la misma energía que una pelusa movida por el viento.

Afraid.

Tienes miedo, miedo a caer, a  ser peor, a destrozar la vida de alguien , a que alguien te la destroce a ti, a no saber lo que depara el destino, a equivocarte cuando tomes una elección, a perder a gente, a estropear algo bonito, a la desconfianza, a la soledad, a la oscuridad, al miedo... pero entonces ves esa sonrisa delante dándote un pequeño empujón hacia tu propio futuro y el miedo, sin saber muy bien por qué, desaparece.