Pues hoy me ha pasado algo extraño. Me he metido en el metro, me he sentado he abierto el libro que me estoy leyendo, que después de una semana de abandono ya no me acordaba del hilo, y a las dos páginas se me empiezan a cerrar los ojos. Como son unas cuantas paradas no combato contra el sueño y cierro los ojos. Me quedo dormida, pero del todo, yo creo que hasta he tenido un sueño rápido. Pero dormir de que se te cae la baba, la cabeza y empiezas a abrazar al que está a tu lado en el metro. Cosa que a mi no me ha pasado porque soy muy fina para hacer esas cosas de la plebe. El caso que sorprendentemente abro los ojos (veo que un señor me está mirando por la cara de terror con la queme he despertado) creyendo que me he pasado de estación, estábamos justo en medio del túnel, todo oscuro y yo pidiendo que no me haya pasado que no me haya pasado. Como si diciéndolo evitara la desgracia (qué penica). Llegamos a la siguiente estación y casualmente era Puerta del Sur así que muy dignamente me levanto (me seco la babilla que me caía de la boca) abro la puerta y me voy. No dando saltos de alegría porque sería demasiado exagerado pero con una sonrisa de oreja a oreja ( que la gente pensaría que soy un poco estúpida) pensando que yo también puedo hacerlo: PUEDO DORMIRME EN EL METRO Y DESPERTARME EN MI ESTACIÓN.
En realidad, no lo voy a hacer muy a menudo porque con la suerte que tengo seguro que esto es casualidad y me tiro dando vueltas en el metrosur media vida.. No hay que tentar a la suerte.

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