lunes, 9 de enero de 2012

El día que me vacilaron las puertas del metro.

Y sí, tenía que ser lunes misteriosamente. 
Hoy, querido lunes 9 de enero de 2012, primer día de universidad después de las merecidas vacaciones. Primer día de levantarse  a las 9 de la mañana después de tres semanas haciéndolo a las 12 como mínimo. Después de haberme dormido a las 3 de la mañana anoche por nada en especial. Debe ser que estaba nerviosa como los niños pequeños cuando van al cole el primer día. Primer día de observar  ala gente del metro, toda esa gente de la ciudad que sin saberlo son bastante curiosos para observar. Llego a Puerta del Sur con toda mi motivación, con la música de fiesta puesta en el iPod para empezar bien el día. Llegó a la puerta para pasar a la línea doce, yo toda decidida, como siempre esperando, como una ilusa, que se abran las dichosas puertas como cada 5 segundos que pasa cualquier persona, pero debe ser que el metro tiene algo en contra de mi persona. El caso que voy con paso dicharachero, llego y la puerta no se abre. Me doy la vuelta para intentar que se abra a la que vuelvo y me encuentro una cola enorme de personas detrás. La chica de detrás con el abono sacado, y me dice la chica: "No abre". ¿En serio? ¿me lo estás diciendo en serio? A perdona no me había dado cuenta, es que me gusta esto de estar dando paseos por el metro delante de las puertas que no se abren, es un hobby que tengo desde chiquitita no te fastidia. El caso que voy para atrás y para alante y no se abre, la gente se empieza a cabrear. Usted, la tercera señora, lo siento pero no tengo la culpa de que la puerta me vacile y que a usted no le de la gana de entrar por otra de las 10 que hay así que menos quejarse y más colaborar. Y como a la tercera va la vencida, van las puertas y como por arte de magia se abren. Entonces es cuando todo el mundo está cabreado por haber tenido que esperar 5 minutos más y yo voy a hacia el metro con esa sonrisa tonta que se me pone cuando casi me caigo pero al final no, o cuando me acuerdo de algo gracioso cuando voy por la calle. 



Esta foto me recuerda a cuando estas enfrente de la puerta dándole al botón con las luces de alrededor verde y no se abre. Todas las demás puertas se abren. Es el momento de indecisión en el que no sabes si cambiar de puerta  o seguir intentándolo con la que te ha tocado. 

2 comentarios:

  1. El caso es que siempre te tiene que pasar algo en el metro. Algo más te queda? xD

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  2. Siempre quedará algo, sino tiempo al tiempo...

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