domingo, 11 de diciembre de 2011

Back to basic

Hoy, por alguna extraña razón, aunque probablemente una buena razón sería que he estado estudiando y se me están derritiendo las neuronas o me están creciendo, he tenido metida una frase en la cabeza: BACK TO BASIC. No sé exactamente por qué, pero ahí está. Y me he puesto a pensar sobre ella.
Básico, qué consideramos hoy en día como básico, prácticamente todo lo que utilizamos o todo lo que necesitamos durante todo un día lo podíamos identificar, no cómo básicos en sí, sino como elementos sin los que no sabríamos que hacer o, por lo menos, las cosas serían mucho más difíciles.
En sí, lo básico sería el aire para poder respirar, la ropa para abrigarnos, un techo bajo el que cobijarnos, la comida y alguna que otra relación para lo que viene siendo nuestra parte social.
Pero es que a  todo esto le añadimos cosas, si necesitamos el aire para vivir, además necesitamos que sea agradable, un ambientador para que nos proporcione un olor agradable a  nuestro alrededor, pero ya no nos conformamos con eso, ahora además tiene que cambiar cada cierto tiempo para no acostumbrarnos a él y que pase desapercibido.
¿Necesitamos ropa? Por supuesto, pero claro tiene que gustarnos, ir a la última moda, que vaya con tu estilo...
En cuanto a las casas no tengo anda que añadir, las hay de todos los estilos, gustos, colores y tamaños, con paredes, sin ella, de cristal, grandes, pequeñas, con cojines, con sillones, con mesas enormes. Cada casa es un mundo, un mundo en el que entras cuando pasas por el quicio de la puerta. Un mundo que puede ser maravilloso o un auténtico tormento.
En cuanto a  las relaciones, otra cosa igual, relaciones de todos los tipos, largas, cortas, esporádicas, duraderas, relaciones inexistentes, relaciones más que reales, con futuro, que se rompen, que comienzan, relaciones que quisieras tener y no puedes (por una de ambas partes o simplemente porque no se da el caso), relaciones llenas de ternura, de amor, de amistad, de cariño, básicamente.
Pero no voy a dar sermones sobre si tenemos demasiado, podemos vivir con menos. No porque yo, como cualquier persona, aunque sea políticamente incorrecto, cuanto más tenemos más queremos en todo si tienes un ordenador quieres otro mejor, más nuevo, más caro; con los móviles igual, con la ropa, incluso con las relaciones si la tienes te cansas, si no la tienes la quieres, si tienes una quieres que sea como otra. En definitiva nunca estamos a gusto con lo que tenemos. Pero, ¿en realidad necesitamos más? Yo creo que no nos conformamos porque no queremos y en muchos casos está muy bien lo de no querer conformarse pero la mayoría de las veces con lo que tenemos podemos ser igual de felices que teniendo 10 cosas más. Simplemente hay que saber valorar lo que se tiene, saber sacar lo positivo de cada situación (aunque muchas veces no lo veamos), saber estar felices con cada relación porque cada una de ellas es un vínculo especial, es un pequeño mundo entre dos personas,  cualquier relación: madre- hija, amigos, pareja... absolutamente cualquiera es importante y única. Simplemente hay que luchar por ella, apostar por eso y llevarla adelante porque nos aportamos mucho los unos a los otros, nos necesitamos, nos apoyamos, en definitiva, nos queremos.



Feliz navidad :)

P.D: Sé que me he puesto muy ñoña y sentimental pero no os acostumbréis que no todo el monte es orégano yo no soy así de empalagosa, todos lo sabemos, pero tengo momentos que me doy asco a mi misma. 

3 comentarios:

  1. Rayadaaaaaaaaaaaaaaaa! al final entre todos me lo vais a pegar. Esta noche no dormiré pensando en lo que tengo y lo que me gustaría tener, o quiza si duermo si pienso que lo que me gustaría tener lo voy a tener... aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jaja xD

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  2. Pues Tas, chapó! Me ha encantado tu ñoñeria y quiero más

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  3. Y la foto también que lo sé yo :) Os querelo chicos

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